José María Muñoz Quirós


Nació en Ávila. 1957. Profesor de Literatura y de Crítica Literaria. Catedrático de Lengua y Literatura.

Es presidente de la Academia de Juglares de Fontiveros. Miembro de Número de la Academia de Poesía de Castilla y León. Coordinador de Literatura de la Institución Gran Duque de Alba. Director de la revista literaria “El Cobaya”.

Autor de más de veinte libros de poesía, y dos antologías “Quince años no es nada” y “La única semilla”.

Ha publicado entre otros: “Ternura extraña”, “La estancia”, “El sueño del guerrero”, “Ritual de los espejos” “Ávila desde la noche” “Celada de Piedra”, “Material reservado”, “El cuaderno de invierno”, “El color de la noche” “La piedra y el viento”, “Ausencias” “El rostro de la niebla”...

Entre sus premios se encuentran: Jorge Manrique, Tiflos, Ateneo de Salamanca, Gredos, Accesit de Adonais, Vicente Aleixandre. San Lesmes Abad, Fray Luis de León de Castilla y León, Gil de Biedma, San Juan de la Cruz y Ciudad de Salamanca. Premio Alfons el Magnanim de Valencia ...



OH LLAMA DE AMOR VIVA 

Desciendo hasta el vacío y el secreto
de las cosas que dejan en su cima
un perfume de llama, una derrota
de dolor, un cansancio de luz estremecida.
La sombra de tus labios no derrama
más palabras que el tímido lenguaje
de una gota de frío en la corola
de una rosa vencida. Voy llegando
hasta las voces de las mariposas
que se detienen en una hoguera líquida.
Me destruye la voz una luciérnaga
y en esa nada crece mi palabra
en balbuceo de semillas. Surge
en mí la nostalgia de la nieve,
el blanco olor a tiempo diluido
en los paramos tristes del invierno.
Me quedo en medio de la singladura
de los barcos del dueño, en la imposible
tardanza del dominio de los pájaros
atravesando el humo de las sombras.
Me nace en el otero de mis manos
un monte de palomas encendidas
en la orilla del alba. Me conduce
otra nada de nuevo a otro destino
desde el hueco del mar hasta tus ojos
y están desnudos de miradas, vanos
quemantes como el fuego, brizna dulce,
meridiano cansancio de abandono.
José María Muñoz Quirós


RECORDANDO A ANTONIO MACHADO

Miro en Sevilla un pájaro, una fuente,
un dominio de alondras, un secreto
en las calles delgadas, un caliente
rumor de copla que se lleva el viento.
Escucho los murmullos y las palmas
que se baten a ciegas, que son breves
como el paso del agua, que nos hieren
en lo más hondo y frágil de su alma.
Y allí Antonio Machado se levanta
en medio de la arena del recuerdo,
habita en las palabras que alguien canta,
duerme en los sueños tristes del silencio.
En el patio descansa un limonero
donde una fuente breve deja el agua
caer como las alas de un jilguero
en el chorro tan dulce de sus ramas.
Un niño juega. El padre está callado
en su despacho oscuro. Están las moscas
en revuelo de infancia, y se ha parado
el tiempo en el reloj. Suenan las horas,
suena la tarde, suena en el lamento
de Sevilla un grito en la garganta:
la infancia escapa toda en un momento,
la infancia suena siempre en la guitarra. 

       José María Muñoz Quirós

2 comentarios:

  1. Preciosos sus poemas, son conmovedores, gracias, por compartirlos

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  2. Por favor Se. José Maria pongase en contacto conmigo si puede . mil gracias

    627142640

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