Feliciano Ituero Bravo



Nació en Abades en 1952. Maestro de Educación Especial, folclorista, dulzainero, guitarrista, componedor de coplas y pregonero. Ha formado parte de varios grupos musicales (Tuna de Magisterio; Ronda Segoviana; Salva y Feliciano; Dúo Resurcos…) Ha realizado las transcripciones musicales de varios libros de folclore segoviano, “Agapito, pito, pito”, ”Repertorio Infantil ” y “La Jota” en colaboración con Claudia de Santos, Ignacio Sanz y Luís Domingo y con Isidoro Tejero Cobos “El Cancionero Popular Segoviano” y “Costumbres Segovianas”. Ha creado la banda sonora de varios documentales del escritor y realizador Miguel A. Benito del Pozo. Es autor de los CDs. y libros “ De la Tierra: Canciones y Romances…” y “Canciones y Danzas para los más niños”. Preside la Asociación Cultural “Resurcos” dedicada al estudio y divulgación del folclore segoviano.

La Noria

La tarde caía
triste y polvorienta.
El agua cantaba
su copla plebeya
en los cangilones
de la noria lenta.
Soñaba la mula
¡pobre mula vieja!,
al compás de sombra
que en el agua suena.
La tarde caía
triste y polvorienta.
Yo no sé qué noble,
divino poeta,
unió a la amargura
de la eterna rueda
la dulce armonía
del agua que sueña,
y vendó tus ojos,
¡pobre mula vieja!...
Mas sé que fue un noble,
divino poeta,
corazón maduro
de sombra y de ciencia.
Antonio Machado  
El Pastorcico

Un pastorcico solo está penando
Ajeno de placer y de contento
Y en su pastora puesto el pensamiento
Y el pecho del amor muy lastimado.

No llora por haberle amor llagado
Que no le pena verse así afligido
Aunque en el corazón está herido
Mas llora por pensar que está olvidado.

Que sólo de pensar que está olvidado
De su bella pastora con gran pena
Se deja maltratar en tierra ajena
El pecho del amor muy lastimado.

Y dice el pastorcico: "¡Ay desdichado
De aquel que de mi amor ha hecho ausencia
Y no quiere gozar la mi presencia
Y el pecho por su amor muy lastimado!"

Y al cabo de un gran rato se ha encumbrado
Sobre un árbol do abrió sus brazos bellos
Y muerto se ha quedado asido de ellos
Del pecho del amor muy lastimado.
San Juan de la Cruz

Romance del milagro de San Marcos y el león

En el día de San Marcos,
un gran suceso ocurrió,
cuando un grandioso circo
en Segovia se instaló.

Entre las fieras del circo
sobresalía un león,
que daba miedo el verlo
por su aspecto tan feroz.

En esa tarde se abril,
en medio de la función,
de una forma increible
el animal se escapó.

Y corriendo endiablado
hasta el Clamores llegó,
y dejó patidifusos
a todos los que encontró.

Hasta que atisbó una cueva
que al final del valle halló
y metiéndose en ella
la fiera se refugió.

El bullicio de la fiesta
que al poco rato empezó,
los cohetes y campanas
asustaron al león.

Llevaban al Santo en andas
con alegre devoción,
al bailar jotas y danzas
con dulzaina y con tambor.

Al presentarse rugiendo
en medio la procesión,
se montó la desbandada
corriendo con gran pavor.

Solamente se quedaron
al alcance del león,
una abuela con su nieto
y la imagen del Patrón.

Y cuando todos temían
que ocurriera lo peor,
desde el interior del Santo
una voz fuerte sonó.

-¡Tente fiera! ¡Tente! ¡Tente!
Y aquel terrible león
al oír esas palabras
en manso se convirtió.

Como si fuera un cordero
se lo llevó el domador;
todo el barrio admirado
entonó cantos de honor.

¡Qué viva siempre San Marcos
nuestro Bendito Patrón,
que nos ha librado a todos
de las garras del león!

Aquí termina el relato
del milagro que ocurrió
en la ciudad de Segovia
con San Marcos y el león.
Texto y música de Feliciano Ituero

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